Transistores orgánicos: allanando el camino para la electrónica orgánica del futuro


El procesamiento de datos se ha mejorado mucho al aumentar el rendimiento a través de la escala de circuitos de silicio a nanoescala. Sin embargo, la tecnología actual es menos adecuada para nuevos tipos de componentes electrónicos flexibles, como pantallas de TV enrollables o para aplicaciones médicas sobre o incluso dentro del cuerpo.

Los transistores bipolares orgánicos también pueden asumir tareas exigentes de procesamiento y transmisión de datos en componentes electrónicos flexibles, por ejemplo aquí para datos de electrocardiograma (ECG). (Fuente: TU Dresden)

Los transistores fabricados con materiales orgánicos o semiconductores a base de carbono han atraído recientemente la atención por sus aplicaciones flexibles. Aunque los transistores de efecto de campo orgánico existen desde 1986, los dispositivos de silicio todavía los superan.

El equipo de investigación dirigido por el Prof. Karl Leo en el Instituto de Física Aplicada de la Universidad Técnica de Dresde ha demostrado el primer transistor bipolar orgánico extremadamente efectivo. Esto ofrece a la electrónica orgánica posibilidades completamente nuevas en el procesamiento y transmisión de datos, así como en aplicaciones de tecnología médica. dr. Shu-Jen Wang, quien codirigió el proyecto con el Dr. Michael Sawatzki, explica: "La primera realización del transistor bipolar orgánico fue un gran desafío porque teníamos que crear capas de muy alta calidad y estructuras nuevas. Sin embargo, ¡los excelentes parámetros del componente recompensan estos esfuerzos!”

Esencial para esta investigación fue el uso de capas orgánicas delgadas altamente organizadas. Las frecuencias operativas de los componentes finalmente alcanzan el rango de gigahercios, es decir, más de mil millones de operaciones de conmutación por segundo, lo que hace que esta nueva tecnología sea mucho más rápida que los transistores orgánicos anteriores. Se están considerando aplicaciones futuras, como parches inteligentes con sensores incorporados que procesan los datos localmente y los conectan de forma inalámbrica con el mundo exterior.

El Prof. Karl Leo agrega: “Hemos estado pensando en este dispositivo durante 20 años y estoy encantado de que ahora hayamos podido demostrarlo con las novedosas capas altamente ordenadas. El transistor bipolar orgánico y su potencial abren perspectivas completamente nuevas para la electrónica orgánica, ya que también permiten tareas exigentes en el procesamiento y la transmisión de datos”.

Haga clic aquí para acceder a su estudio.




Si quieres conocer otros artículos parecidos a Transistores orgánicos: allanando el camino para la electrónica orgánica del futuro puedes visitar la categoría Electrónica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir